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¿Por qué “la primavera la sangre altera”?

Todos conocemos el refrán que dice que «la primavera la sangre altera». Y esto se debe probablemente a que es una época en la que generalmente cambiamos a nivel emocional, sobre todo después de haber tenido que soportar el mal tiempo invernal.

A la primavera se la define muy a menudo como la estación verde o la estación alegre, y esto es debido a que tras la época de frío, nieve y lluvias la naturaleza florece de nuevo, los árboles y plantas brotan y las semillas empiezan a germinar. La llegada de la primavera supone un nuevo comienzo, y las personas también sentimos ese nuevo inicio.

Durante el invierno hay personas que padecen lo que se denomina Trastorno Afectivo Estacional, sintiendo tristeza y llegando a padecer depresión. Esto ocurre porque la glándula Pineal del cerebro, que es la que regula el ritmo del sueño y la actividad de los sentidos, se activa menos, provocando que las personas se sientan irritables y cansadas.

Durante la la primavera sentimos ganas de hacer más cosas, nos mostramos más sociables y nos concentramos y distraímos más con las actividades que llevamos a cabo

En primavera, todo mejora

Cuando llega la primavera esto da un giro de 180 grados, y nuestro cuerpo libera más actividad y energía al haber más horas de luz solar. Sentimos ganas de hacer más cosas, nos mostramos más sociables y nos concentramos y distraímos más con las actividades que llevamos a cabo.

Los niveles de norepinefrina, dopamina y oxitocina, que se encargan de mejorar la actividad general y el estado de ánimo, se elevan en primavera

El estado anímico se ve muy beneficiado durante la primavera, y a nivel interno se producen cambios hormonales como la bajada de la producción de melatonina. Esta hormona es la que se encarga de determinar el ciclo de sueño y de vigilia, por lo que actúa directamente en nuestro sueño. Al sentir la luz solar, nuestro cuerpo detiene la producción de melatonina y eso nos hace despertar. La serotonina, encargada de hacernos sentir mejor a nivel emocional, aumenta su producción, por lo que nos encontramos de mejor humor. También el ver la belleza de la naturaleza nos hace sentir más alegres.

Además, durante la primavera se incrementa la segregación de feromonas, despertando el deseo sexual, y también se elevan los niveles de norepinefrina, dopamina y oxitocina, que se encargan de mejorar la actividad general y el estado de ánimo.

No es inusual que durante esta época pensemos en empezar algo que siempre habíamos querido hacer o cambiar aspectos de nuestra vida que creemos que hay que mejorar

La psicología del color también se encuentra muy presente en primavera (igual que en el resto de las estaciones). Los colores vivos, claros y pasteles de esta estación sugieren un nuevo comienzo, y por eso no es inusual que durante esta época pensemos en empezar algo que siempre habíamos querido hacer pero que no habíamos dado ese primer paso necesario, o cambiar y mejorar esos aspectos de nuestra vida que creemos que lo necesitan.

Algunas personas sufren el Síndrome de la Astenia Primaveral, que provoca falta de motivación y energía, cansancio y agotamiento

No todo es tan bueno

Pero, utilizando otro refrán popular, no es oro todo lo que reluce. Y tener más horas de luz solar puede provocar unas reacciones psicológicas, emocionales y hormonales que afectan a muchos. Una de ellas es la probabilidad de que aparezcan alteraciones del sueño al tener noches más cortas.

Hay casos en los que el cambio de estación provoca tristeza en las personas. A esto se le conoce como depresión primaveral o Síndrome de la Astenia Primaveral, que provoca falta de motivación y energía, cansancio y agotamiento. Aunque sus efectos habitualmente son pasajeros y desaparecen pasados unos días o algunas semanas.

¿Qué se puede hacer para evitar la astenia primaveral? Hay algunos consejos para plantarle cara:

– Dormir y descansar todo lo posible. Debemos tener un sueño reparador y dormir un míinimo de 8 horas.

– Para evitar que la digestión pueda afectar al sueño, se debe tomar una cena ligera y al menos dos horas antes de acostarnos.

– Hacer ejercicio de manera regular.

– Se debe llevar una dieta equilibrada y, si se come entre horas, mejor que sean alimentos ricos en vitaminas como los yogures, la fruta o los zumos de hortalizas.

– Beber al menos dos litros de agua cada día nos ayudará a eliminar toxinas y favorecerá las funciones intestinales y renales.

– Lo mejor es salir durante las horas de luz natural, porque ayudan a potenciar el optimismo.

Sección ofrecida por Psicólogo Alcalá de Henares

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