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Presentación del libro de poesía «NO», de Francisco José Martínez Morán, este jueves día 31 en Alcalá

Presentación del libro de poesía «NO», de Francisco José Martínez Morán, este jueves día 31 en Alcalá

El libro se presenta este jueves 31 de marzo, a las 18 horas, en la Sala de Conferencias Internacionales de la Universidad de Alcalá

FRANCISCO JOSÉ MARTÍNEZ MORÁN
NO
“CÍRCULOS DE CENIZAS”
Por Francisco Peña

Conocí a Fran hace ya muchos años, cuando todavía era un inicio de vida en la poesía y en la plaza, pero ya escondía en su cabeza el infinito de la palabra. Me sustituyó en la dirección del exitoso ciclo de Poesía en el Corral por el que pasaron las mejores voces de la poesía española del momento, y sus nuevas ideas impulsaron una renovación más radiante. Es una lástima que ese proyecto se haya quedado muerto. Esperemos que pronto podamos insuflarle vida de nuevo y, con la dirección de Fran, retomar el impulso de antaño.

El jueves 31 de marzo, a las 18 horas, en la Sala de Conferencias Internacionales de la Universidad, presenta Fran su último libro de poesía, NO; NO no es un libro más; NO ha ganado el Premio Internacional de Poesía “Francisco Brines”…, seleccionado entre más de mil poemarios recibidos. La ciudad de Alcalá debe sentirse honrada de tener entre sus vecinos a un poeta que, estoy seguro, tendrán que estudiar nuestros nietos en los libros de texto.

La poesía de Fran es una poesía que emana de un profundo existencialismo íntimo en lucha constante con la realidad más desnortada. Las palabras con las que he titulado este escrito, “círculo de cenizas”, forman uno de los versos del poema “Nel mezzo” y representan esa visión desengañada donde apenas queda hueco para la esperanza, al menos aparente, en este mundo. El siguiente verso, con el que termina el poema, dice: “…donde antes florecían amapolas”. De las amapolas a las cenizas, del sueño a la realidad. Ese íntimo devenir construye un mundo de una desbordante profundidad poética.

El libro se divide en cuatro partes. La primera lleva por título “Versiones desleídas”. Es el comienzo más nostálgico de los sueños. Además de los versos señalados, en este apartado se encuentra el poema titulado como el libro, “No”, que termina con un verso donde lo inexorable del destino parece marcar el devenir de la vida: “sed de nuevas frustraciones”. Otros poemas de esta parte como “Despiertos”, o “Afuera” siguen la misma línea existencial: el tiempo se convierte en protagonista del “cansancio sin retorno” de la vida.

Las otras tres secciones, “Teatro para sombras”, “No” y “Coronación” mantienen la misma línea de un paraíso perdido que solo tiene su consistencia en los sueños. La notable cultura de Fran le lleva a traer a sus poemas a los personajes de Shakespeare, cuya visión del mundo, corroboran la suya misma. Un Próspero/Segismundo resalta el valor de la vida como sueño. Las anotaciones a Horacio, Séneca o Marco Aurelio, en solo tres versos, resumen el devenir del “ansia” al “laberinto”.

Pero siempre queda el camino, como símbolo de una puerta abierta hacia algo más, aunque ese “algo” sea lo desconocido. En el poema “A los catorce” dedicado a sus alumnos del Instituto de Camarma, se desborda la esperanza hacia la inmensidad de la vida: “Son eternos”.

Y en el poema sin título que comienza “Si vieras esta lluvia…” es el amor el que dibuja un mundo abierto. Como Cernuda, Fran encuentra en el amor el mapa de todos los mundos, el aliento que permite la supervivencia entre las frustraciones de la realidad.

El penúltimo poema del libro, en prosa y solamente construido con interrogaciones, es el paradigma de un libro basado en el sueño de futuro poco prometedor pero que se cierra en el último poema con el verso definitivo, machadiano, como dice Manuel Rico: “Caminas, no te queda otro remedio”.

Los poemas, cortos, a veces muy cortos, van desgranando esencias, metáforas casi invisibles de realidad y sueño, con una intensidad poética plena de sugestión y vida.

Sin lugar a duda, NO es un gran libro de poesía y se merece nuestro más profundo reconocimiento. Gracias Fran por permitirnos disfrutar de estos versos.

Por Francisco Peña