Ya es una realidad y han culminado los trabajos de restauración del sepulcro del arzobispo Alonso Carrillo y Acuña, en la Catedral Magistral de Alcalá de Henares. Se acaban de presentar y ya se son visibles las piezas que se han recuperado tras un largo período que pudo acabar de otra forma si no es por la intervención policial.
En 2014 fue localizado en el mercado internacional del arte el relieve alegórico de La Templanza, una las cuatro Virtudes Cardenales que adornaban el monumento, y a continuación fue recuperada gracias a la colaboración de la Guardia Civil, el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, la Diócesis de Alcalá e instituciones privadas y particulares, que llevaron a cabo con éxito una campaña de micromecenazgo.
En realidad se trataba de una subasta que iba a tener lugar en Londres con una de esas piezas de alabastro del Siglo XV se paralizó tras la intervención de las autoridades policiales. Afortunadamente esa pieza ha vuelto a su hogar y ya está «incrustada» dentro de su sepulcro original. Junto a ella, otra pieza de alabastro.
Poco después se localizó el segundo de los relieves desaparecidos de estas cuatro alegorías, “la Prudencia”, en el Museo de Arte Sacro de Corella (Navarra) de la Fundación Arrese, que donó la obra para su reintegración en el conjunto original.
Nos referimos a dos joyas del arte gótico tardío vinculadas a Alcalá, «la Prudencia» y «la Templanza»: un «tesoro» de alabastro del Siglo XV, dos piezas que se encontraban en el sepulcro del Cardenal Carrillo de Acuña y que desaparecieron para siempre tras la Guerra Civil y un posterior incendio que sufrió la Catedral de Alcalá. Su destino, al menos una de ellas, el mercado negro. Ahí es donde hubieran acabado de no ser por las gestiones realizadas por el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, y la intervención de la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil, con la colaboración de la Interpol.
LA BÚSQUEDA
Tras muchos años de pérdida, una de esas piezas, el Relieve de la Prudencia, había aparecido en una Galería de Arte de Londres. Es ahí, justo en ese momento, cuando el Obispado tiene conocimiento y avisa a la policía y se interviene rápidamente intercediendo una denuncia y reclamando la pieza que había desaparecido durante años.
De hecho, la otra pieza que se ha conseguido recuperar es el Relieve de la Templanza que se situaba al otro lado del sepulcro. Estaba en el Museo de la Fundación Arresa, en Corella ( Navarra ). Sus responsables, tras conocer la investigación, la han cedido al Obispado de Alcalá a cambio de una réplica. Ahora, tras la recuperación completa del sepulcro se ha presentado en sociedad.
PRESENTACIÓN
El Director General de Bellas Artes y Patrimonio Cultural, del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, Luis Lafuente, ha presentado junto con el alcalde complutense Javier Rodríguez y el Obispo de Alcalá de Henares, Juan Antonio Reig. El proyecto, promovido por el Instituto del Patrimonio Cultural de España en colaboración con la Diócesis de Alcalá de Henares, han supuesto la recuperación de dos relieves del monumento funerario, uno de los mausoleos más importantes del gótico español.
Estos relieves, que representan alegorías de La Templanza y La Prudencia, fueron recuperados gracias a la iniciativa de la Diócesis de Alcalá, y a la colaboración de la Secretaría de Estado de Cultura, Hispania Nostra, el Ayuntamiento de Alcalá de Henares y de la Guardia Civil.
En 1997 el Instituto del Patrimonio Cultural de España llevó a cabo una primera intervención restaurando y colocando los fragmentos conservados; desde entonces el conjunto ha podido contemplarse en la Antesala Capitular del Museo de la Catedral-Magistral.
En el transcurso de los trabajos, que han tenido lugar entre octubre de 2017 y enero de 2018, se ha procedido, en primer lugar, al desmontaje y limpieza de los fragmentos, eliminando morteros, resinas, adhesivos y recubrimientos de diverso tipo, así como depósitos de polvo y suciedad. A continuación se han realizado diversas labores de reintegración.
El sepulcro
Esculpido en alabastro y atribuido al Maestro Sebastián de Toledo, el monumento sepulcral del Obispo Alonso Carrillo de Acuña es una obra señera de la escultura del gótico tardío en Castilla.
Fue realizado en los años ochenta del siglo XV para albergar los restos mortales del arzobispo de Toledo, una de las figuras fundamentales del reino de Castilla en aquel periodo.
Ubicado originalmente en el convento franciscano, que el propio arzobispo fundara (y que más tarde sería conocido como de San Diego) el monumento fue trasladado a la Magistral en 1856, tras la desamortización y disolución del convento. En 1936, durante el incendio de la Magistral, el sepulcro sufrió graves daños y algunos fragmentos desaparecieron.
