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Roca, crónica de una muerte anunciada y planificada urbanísticamente / Por Vicente García Castillo

Roca, crónica de una muerte anunciada y planificada urbanísticamente / Por Vicente García Castillo

Desgraciadamente, los peores augurios que sobrevolaban sobre la fábrica de Roca, en Alcalá de Henares, se han materializado con el anuncio de la compañía, de poner fin a su actividad productiva en dicho centro.

Es cierto que la situación derivada del conflicto bélico en Ucrania y las consecuentes sanciones económicas a Rusia, han determinado la adopción de dicha decisión, dado que el 90% de la producción de fábrica se comercializa en el mercado ruso.

También es cierto que la plantilla de Roca en Alcalá de Henares, viene librando durante años una lucha denodada intentando que la compañía diversificara su producción, buscara nuevos mercados e, incluso, como hacen otras multinacionales en países de nuestro entorno, relocalizara en Alcalá parte de la producción de las plantas que tiene en otros países.

La compañía nunca mostró un interés decidido por mantener la actividad productiva en Alcalá de Henares, y ha ido minimizando la producción, y por lo tanto la plantilla, a lo largo de los últimos años. A buen seguro, esta posición de Roca se ha visto fortalecida por los continuos ofrecimientos, por parte del Equipo de Gobierno de Alcalá de Henares, que de manera reiterada viene ofreciendo la recalificación de su suelo a uso residencial, con el consiguiente beneficio económico para la compañía.

Queremos recordar que ya en el anterior mandato municipal, coincidiendo con el proceso “participativo” en torno al Avance del PGOU, apareció una ficha de propuesta de intervención urbanística, en la que se contemplaba más de un millar de viviendas en el emplazamiento de Roca, aunque desapareciera el mismo día que comenzaba dicho proceso de “participación ciudadana” y estamos hablando de finales de 2017 comienzos de 2018.

Este hecho también coincidió en el tiempo con una situación crítica que vivía la plantilla de Roca, ante la falta de producción y la amenaza de un nuevo ERE de extinción de empleos que obligó a la Representación Legal de los Trabajadores a emitir un comunicado lamentando la actuación del Ayuntamiento, además en un momento tan crítico. Desde entonces, la dirección de Roca sólo ha tenido que manejar los tiempos para ejecutar lo que acaba de anunciar, que curiosamente coincide con un momento de nuevo boom inmobiliario.

Roca, en Alcalá, ha sido y es el símbolo del pasado industrial de nuestra ciudad y nuestra Comarca, y también de la lucha obrera organizada, que, junto a la vecinal, tanto contribuyó a definir la ciudad que hoy somos.

En una tensa reunión que mantuvimos con el PSOE alcalaíno, con ocasión del conocimiento de la mencionada ficha de intervención urbanística que afectaba al terreno de Roca cuando defendíamos la necesidad de mantener su actividad productiva y poníamos en valor el símbolo industrial y obrero que todavía era, alguien nos contestó que “con los símbolos no se come”.

Que el lector valore lo acertado o no de esta aseveración, nosotros lo que sí decimos es que quien no valora los símbolos, que han contribuido a construir lo que es Alcalá hoy en día, no puede ser muy consciente de la realidad que le rodea y que tiene que administrar políticamente.

A los 27 trabajadores que la dirección de Roca ha decidido despedir “no traumáticamente” les brindamos todo nuestro apoyo, y nos alegramos de que al menos hayan conseguido, con la firma del acuerdo del pasado 22 de junio, que parte de los beneficios económicos que la multinacional obtendrá de la recalificación de su suelo, los emplee en asegurar su renta y modo de vida, ya que no su trabajo, hasta que lleguen a su edad de jubilación. Al menos, así, acabará la incertidumbre que ha condicionado sus vidas en los últimos años.

A la plantilla que se quedará en la nueva actividad de almacenaje y logística (menos de los que son en la actualidad, que era el condicionante que el Ayto. decía poner a Roca para dar forma a la recalificación del terreno) les brindamos todo nuestro apoyo para conseguir que los mismos beneficios económicos que obtendrá Roca les asegure sus puestos de trabajo en nuestra ciudad.

A la ciudadanía alcalaína le pedimos más sentido crítico con la imparable destrucción del empleo industrial y de calidad que viene sufriendo nuestra ciudad y nuestra Comarca. Sus hijos e hijas, nietas y nietos, deberían tener el mismo derecho y las mismas oportunidades de tener un empleo digno que en anteriores épocas, que el cortoplacismo y la falta de apuestas de futuro que las corporaciones locales demuestran con sus políticas cosméticas no sean aceptadas. Que no renuncien a exigir volver a ser la gran comarca industrial que fuimos. Que no se conformen con el monocultivo logístico y de servicios al que nos están abocando dichas políticas y que hacen que nuestras hijas e hijos roten de una plataforma logística a otra, o de un comercio o negocio hostelero a otro. De hecho, lamentablemente, la que fue símbolo industrial de nuestra ciudad, también será símbolo paradigmático de lo que en Alcalá y el conjunto del Corredor del Henares está sucediendo, acabará sus días, convertida en una pequeña plataforma logística del grupo industrial Roca.

Al Equipo de Gobierno actual le hicimos llegar, en su día, el proyecto que se consensuó en Gavá y Viladecans en torno a la fábrica de Roca que ambos municipios compartían y que se conformó con el acuerdo de todos los actores sindicales, políticos y económicos, además de con los propios trabajadores. En el mismo, se recalificará parte del suelo de la compañía, y se construirá un determinado número de viviendas, con un sesgo social que supera los umbrales legales al efecto, pero se asegura la continuidad de la actividad productiva de Roca en una fábrica redimensionada, a la vez que se ganará empleo neto en ambas ciudades, con la construcción de un parque empresarial sostenible con capacidad de crear más empleos que los que Roca amortizó.

Al Equipo de Gobierno actual, o al que se conforme en las próximas y cercanas elecciones municipales, le pedimos que intente fraguar ese consenso que se dio en Gavá y Viladecans, que implemente en Alcalá, lo que fue un acuerdo exitoso para todos los actores y municipios catalanes antes citados. Que no sucumba a la tentación cortoplacista y más que demostrada nefasta política del ladrillazo y pelotazo urbanístico, que acabó con gran parte de la industria alcalaína en la ola de deslocalización de la misma sufrida en las décadas de los 90 y 2.000; y que amenaza con hacer lo propio con la que nos queda.

Si Roca, y el resto de suelo industrial de las empresas que tuvimos, son convertidas en miles de viviendas que no necesitamos, que son insostenibles, nos acercaremos a la meta que desgraciadamente estamos a punto de alcanzar, la de ser la ciudad dormitorio más grande de la Comunidad de Madrid.

Estamos a tiempo de, entre todas y todos, luchar por un futuro mejor para nuestras hijas e hijos.

 

Vicente García Castillo es Secretario General de la Unión Comarcal Henares de CC.OO.