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«Se pude morir por las ideas, nunca matar», Melchor Rodríguez

El alcalde de Alcalá de Henares, Javier Rodríguez Palacios, descubrió este sábado una placa homenaje a Melchor Rodríguez, un reconocimiento al Director General de Prisiones que el 8 de diciembre de 1936 evitó el asalto a la prisión de Alcalá de Henares tras un bombardeo de la aviación sublevada, salvando con ello la vida a más de 1.532 personas recluidas.

En el acto, celebrado en la confluencia de la calle Santo Tomás de Aquino con la calle Colegias, han estado presentes los familiares del homenajeado, representantes de la Asociación para la recuperación de la Memoria Histórica, la Primera Teniente de Alcalde, Olga García, junto a otros concejales y concejalas de la Corporación Municipal.

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Para el alcalde de Alcalá de Henares, Javier Rodríguez Palacios, «hoy hemos reconocido a Melchor Rodríguez junto a familiares e instituciones de la ciudad. Su vida fue excepcional y un ejemplo de heroísmo y coherencia para los vecinos y vecinas de Alcalá, que queremos que perdure con este homenaje»

Tras el acto, se ha realizado una ruta por los lugares de la ciudad vinculados con Melchor Rodríguez, de la mano del historiador experto en Alcalá de Henares, Vicente Fernández.

Propuesta aprobada por todos los Grupos Políticos

El reconocimiento a Melchor Rodríguez fue aprobado por unanimidad del Pleno municipal del pasado 20 de diciembre de 2016.

Melchor Rodríguez es un ejemplo de cumplimiento de su deber como funcionario público, modelo de hombre de paz y de humanismo que defendió sus ideales hasta las últimas consecuencias. El equipo de gobierno propondrá este homenaje a quien evitó el asalto a la prisión de Alcalá de Henares y salvó la vida de más de 1532 personas recluidas.

El texto de la placa es el siguiente:

«Se pude morir por las ideas, nunca matar»

Alcalá de Henares a Melchor Rodríguez García

En este lugar, el 8 de diciembre de 1936, Melchor Rodríguez García, Director General de Prisiones, en cumplimiento de su cargo, de la legalidad republicana y siguiendo sus principios anarquistas, evitó el asalto a la prisión de Alcalá de Henares tras un bombardeo de la aviación sublevada, salvando con ello la vida a más de 1532 personas recluidas.