Puede que el 13 de noviembre de 2022 sea recordado como el día que Madrid salió a la calle a decir “Basta ya”. Basta de tratarnos como a tontos, basta de jugar con nuestra salud, basta de ignorar las crecientes listas de espera, basta de insultar y despreciar abiertamente a los profesionales sanitarios, a todos aquellos hombres y mujeres que dieron su salud por preservar nuestra vida. Fue un día histórico, de esos que te ponen los pelos de punta y ponen en el horizonte la esperanza de que otro Madrid es posible.
Si ponemos el foco en Alcalá de Henares, en nuestra querida ciudad, las necesidades saltan a la vista: no se puede presumir de reabrir las urgencias del Luis Vives cuando desde el primer día faltaba el médico, no se puede seguir sobreexplotando la Casa de Socorro Municipal para atender a una población de 200.000 personas; y no se puede simplemente normalizar que subir a las urgencias del hospital implique una noche en vela esperando en una sala de espera.
El Partido Popular nos ha vendido desde hace más de dos años que no hay médicos, pero nunca aportan datos. Yo me considero fan del dicho “Dato mata relato”, así que vamos a aportar un par de realidades para que todos podamos entender qué pasa realmente en Madrid:
1. Nuestra región está a la cola de todas las Comunidades Autónomas en médicos de Atención Primaria por cada 1000 habitantes, y un 20% de las plazas ya existentes están simplemente sin cubrir.
2. Somos los últimos en el porcentaje de gasto destinado a la Atención Primaria de toda España y somos la única Comunidad Autónoma que no aumenta las plazas formativas de Atención Primaria en los últimos 5 años. Tal vez, cuando los dirigentes populares afirman públicamente que no hay médicos, deberían preguntarse por qué.
Y la respuesta es bien sencilla, aunque a la señora Ayuso no le guste: Médico de atención primaria que se forma en Madrid, médico que se marcha: sólo 17 de los 220 residentes que finalizaron la especialidad de Atención Primaria el pasado año se quedaron en Madrid. Es duro leerlo, pero debemos digerirlo: sólo 17 de 220 se quedaron en Madrid. Así que tal vez, y sólo tal vez, algo que ver tengan los que dirigen la Comunidad Madrid.
¿Hay solución? Claro que sí, y las recetas no son complejas, solo requieren voluntad. Una medida tan básica como ampliar el presupuesto destinado a la Atención Primaria en Madrid permitiría estabilizar y afianzar plantillas, ofrecer mejores condiciones a los médicos ya formados, captar a los residentes que cada año finalizan su especialidad antes de que se vayan a otra comunidad autónoma y, lo más importante, garantizar la mejor y más eficiente atención sanitaria a la ciudadanía.
La Comunidad de Madrid ha hablado, y ha dicho alto y claro que no quiere más chapuzas en la sanidad madrileña. Madrileños y madrileñas, recordando una de las frases más aclamadas el pasado día 13: La Sanidad no se vende, se defiende. Porque sin salud no hay libertad.
Blanca Ibarra es Concejala de Servicios Sociales, Salud y Consumo en el Ayuntamiento de Alcalá de Henares.