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¿Son viciosos los de Villaviciosa? Un profesor de la Universidad de Alcalá lo aclara

¿Son viciosos los de Villaviciosa? Un profesor de la Universidad de Alcalá lo aclara

Villaviciosa de al lado es una película española que está triunfando en taquilla. El fin de semana del puente de la Inmaculada logró ser la segunda más vista por segundo fin de semana consecutivo y la tendencia es que se mantendrá como uno de los éxitos de la Navidad. Pero, ¿realmente el nombre de Villaviciosa hace honor al argumento de esta película?

Un profesor de la Universidad de Alcalá, Jairo Javier García Sánchez, experto en toponimia, explica que el topónimo Villaviciosa nada tiene que ver con el significado peyorativo de vicioso, sa (‘que padece o causa vicio, error o defecto’, ‘entregado a los vicios’). ‘Basta ir al diccionario de la RAE para ver que entre los significados del adjetivo ‘vicioso, sa’ está el de ‘vigoroso y fuerte, especialmente para producir’, ‘abundante, provisto, deleitoso’, y es ahí donde se encuentra, realmente, la motivación y explicación del topónimo Villaviciosa. Sería, en origen, por tanto, una localidad fértil, de producción abundante’, señala el experto.

Villaviciosa de al lado no existe en España, es una ficción más de la película dirigida por Nacho G. Velilla, pero sí existen otras Villaviciosa, que han servido de inspiración toponímica a los creadores del filme. La más conocida de todas es Villaviciosa, sin mayor especificación ni complemento toponímico, en Asturias; y, además de esa, hay otras, como Villaviciosa de Odón, en la Comunidad de Madrid, o Villaviciosa de Córdoba, en la provincia de Córdoba.

El de Villaviciosa, como muchos otros de los topónimos que se hallan a lo largo y ancho de la geografía española, es un ejemplo de lo que se denomina topofilia o toponimia propiciatoria; es decir, el nombre que se le dio al lugar pretendía resaltar sus virtudes, en este caso su alta producción. Sin embargo, ‘el uso peyorativo del adjetivo vicioso, sa finalmente se ha impuesto y lo que en un principio se hizo para resaltar algo bueno, se ha convertido en algo aparentemente negativo. Tanto es así que, al relacionar el topónimo –y con él la población– con el vicio y la perdición, se llegó a proponer cambiar el nombre de alguna de estas Villaviciosa por el de Villavirtuosa, aunque la idea no prosperó’, dice el profesor de la UAH.

Cambios de nombres de poblaciones ha habido muchos. En 1943 la localidad granadina de Asquerosa pasó a llamarse Valderrubio, hartos ya los ciudadanos de burlas y comentarios. La etimología de Asquerosa, sin embargo, nada tenía que ver con lo que parecía evocar el topónimo, pues procedía del árabe y evolucionó hasta adquirir esa forma.

Si Villaviciosa remite a una producción abundante, en el caso de Villaviciosa de al lado lo que parece que está garantizada es una alta producción de risas entre los espectadores.