Todo por hacer / Por Roberto Gámez

Tras cuatro años de gobierno socialista en Alcalá el balance de gobierno se hace insuficiente para las carencias y necesidades de la ciudad.

Después de los sucesivos gobiernos del PP, la ciudadanía voto en contra del bipartidismo como fórmula para evitar los desmanes del poder alternativo que hasta el momento había gobernado Alcalá.

El gobierno tripartito salido de las urnas en 2015 tenía el objetivo de recuperar el tiempo perdido en políticas de despilfarro que situaron a nuestra ciudad en el furgón de cola de la Comunidad de Madrid.

Tras este tiempo el balance no es bueno en lo que podemos determinar como importante, ya que no se han implementado las políticas adecuadas a las diversas problemáticas de la ciudad.  No se han cumplido los programas electorales con los que el Gobierno de la ciudad concurrió a las elecciones y se ha optado por una política de escaparate que no ha resuelto los grandes retos.  A día de hoy quedan pendientes numerosas cuestiones que inciden en la vida diaria de las alcalaínas y los alcalaínos.

Seguimos sin tener una fecha de cierre definitivo para el vertedero municipal, así como un plan de sellado acorde a la normativa europea.  La gestión de la Empresa Municipal de la Vivienda ha sido catastrófica, no resolviendo -y hasta empeorando- el acceso a  la vivienda social de las vecinas y los vecinos con estas necesidades. Se sigue sin dar solución a problemas antiguos como las viviendas tapiadas del Paseo de las Moreras y de Espartales.  El avance del Plan General de Ordenación Urbana deja muchas dudas en cuanto al modelo de ciudad que quiere la ciudadanía.

Agotados los límites urbanos, se insiste en expandir la ciudad aún a riesgo de invadir zonas ZEPA o suelo industrial,  buscando un desarrollo económico basado en la especulación urbanística como modelo productivo que sustente nuestro municipio.  Se han perdido unos años maravillosos para incentivar un cambio productivo basado en la industria que genere puestos de trabajo de calidad y salarios decentes.

Alcalá no es una ciudad interesante para la inversión empresarial, ya que desde el Ayuntamiento no se han implementado las políticas necesarias para atraer empresas que vean en ella  una oportunidad de negocio y que deje beneficios y riqueza para la urbe y sus habitantes. Volver a recobrar la importancia de Alcalá como ciudad productiva, incentivando la industria 4.0 y la transferencia de conocimiento que nos aporta la Universidad, es un reto en el cuál debe apoyarse el próximo gobierno local.

Desde Unidas Podemos Izquierda Unida apostamos como ejes fundamentales de nuestro programa todo lo expuesto anteriormente, y suscribimos un contrato con la ciudadanía para comprometernos en su cumplimiento.  Salimos preparados para gobernar y para hacer políticas que pongan en el centro las necesidades de nuestros vecinos y vecinas, porque somos la única formación política que no debe nada a los poderosos y eso garantiza nuestra independencia.  Sólo un gobierno en el que participe nuestra formación puede garantizar una política progresista para Alcalá.  Ya sabemos que a otras fuerzas llamadas progresistas le tiemblan las piernas cuando tienen que hacer política para la gente.

Estamos preparados para empujar el cambio real para Alcalá  y para que la ciudad recupere el esplendor y el progreso, desde los barrios, desde la cercanía con los vecinos y las vecinas, con un pie en la institución y otro en la calle.

 

Roberto Gámez es miembro de la candidatura de Unidas Podemos-IU al Ayuntamiento de Alcalá de Henares.