La presidenta de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes, se reunió hace unos días con el nuevo ministro de Fomento, Íñigo de la Serna, al que solicitó una serie de necesidades en materia de movilidad dentro de la región. Entre las nuevas infraestructuras, Cifuentes planteó la necesidad de construir carriles bus-vao para la A-2 y la A-5.
El carril en la A2 ha sido un tema tan manido, tan prometido y tan olvidado que parecía que la petición caería en saco roto y volvería a coger polvo en el cajón de los proyectos abandonados. Sin embargo, según informa este lunes el diario ABC, el Ministerio de Fomento trabaja ya sobre la alternativa para un carril preferente para el transporte público, una obra «prioritaria» para la que ya hay estudios concretos.
Según detalla la publicación, este bus-vao no sería como el de la A6 por motivos presupuestarios, pero mejoraría la situación de la A2, atascada cada mañana. El estudio al que hace referencia ABC asegura que la demanda anual de pasajeros que utilizan autobuses con entrada o salida en esta autovía es de 28 millones de personas.
Las medidas que se plantean con una inversión baja es implantar medidas que separe el transporte público de los vehículos privados que se adapten a las circunstancias, de modo que se pueda modificar según franjas horarias, y utilizarse tanto por autobuses como por otros vehículos.
El plan de Fomento propone adaptar las vías del servicio y aprovechar las calzadas, remodelar puntos concretos de la A2 para dar preferencia a autobuses interurbanos y vehículos de alta ocupación. El proyecto incluye una plataforma de entrada de casi 20 kilómetros y que funcionará en determinadas horas. En el trayecto de Madrid a Alcalá de Henares, el proyecto propone colocar el bus-vao en la vía de servicio entre el kilómetro 4,850 y el 24. La inversión total ascenderá en torno a los 7 millones de euros, una cifra asequible para la Administración General del Estado.