la Luna del Henares: 24 horas de información

Un nuevo museo para Alcalá de Henares / Por Bartolomé González

Un nuevo museo para Alcalá de Henares / Por Bartolomé González

El Hospital  de Antezana, hospital gratuito de Nuestra Señora de la Misericordia de Alcalá de Henares, cariñosamente conocido como “El Hospitalillo” por los alcalaínos es la más antigua de las instituciones y, me atrevería a decir, la más querida de nuestra ciudad. Desde su fundación en el año 1483, incorporando el decadente hospital existente de San Julián y gracias a la generosidad del matrimonio compuesto por don Luis de Antezana y doña Isabel de Guzmán, esta institución tiene sus puertas abiertas en el centro de la calle Mayor. Antaño, para administrar y gobernar la Institución, se encomendó la tarea a una cofradía regida por un Cabildo de nueve caballeros hijosdalgo  de la ciudad “en honor y Gloria de los nueve meses que Nuestra Señora tuvo en su santísimo vientre a Nuestro Salvador Jesucristo”; hoy somos nueve comprometidos amantes de Alcalá los encargados de mantener vivo el legado de nuestros antecesores y ya no nos regimos por las antiguas Ordenanzas que determinaban las obligaciones, deberes y derechos sino por los preceptos que marca la Ley de Fundaciones de la Comunidad de Madrid.

IMG-20170712-WA0000

Tampoco en la actualidad el Hospital de Antezana desempeña la función marcado por los fundadores en su testamento, que era “hospedar, recibir, acoger y curar a los pobres que a él viniesen”, pero sigue desarrollando una importante labor social sirviendo como residencia a 23 ancianos que en él se alojan. Para ello se han realizado importantes obras en el edificio y se han actualizado todas las instalaciones de la residencia para poder cumplir todos los condicionantes técnicos exigidos por las administraciones públicas para este tipo de servicios.

Pero además del compromiso social y de nuestra obligación de custodiar y preservar el patrimonio legado por don Luis y doña Isabel, queremos ser un referente cultural en  la ciudad Complutense y compartir con los alcalaínos, y con todos los  turistas que vengan a visitarnos, lo que encierran las paredes de nuestra casa. Hasta ahora, los visitantes podían visitar la iglesia y contemplar la talla barroca de Nuestra Señora de la Misericordia, de Juan Martínez Montañés, que preside el altar mayor; también en la iglesia un cuadro de grandes proporciones, divido en tres partes, pintado por Petrus Valpuesta en 1658, representando en la parte central  a San Ignacio de Loyola, y a ambos lados algunos milagros realizados por el santo durante su estancia en el Hospital.

Desde el siglo XVII, cuando la Compañía de Jesús pidió autorización al Cabildo del Hospital, la habitación del santo se convirtió en capilla para celebrar en ella misas en su honor. Preside la capilla un cuadro, que representa al santo, obra de Diego González de la Vega. El recientemente restaurado patio conserva el pozo desde el que predicaba “a mujeres casadas y mozas y estudiantes y hombres casados” y en el primer piso, la cocina en la que según la tradición “laboró” San Ignacio.

El pasado día 30 de junio, una vez terminadas todas las obras de rehabilitación y concedida por la Comunidad de Madrid la autorización administrativa de la residencia, conseguimos un nuevo hito: abrir el museo.

El museo no es grande en dimensiones, pero sí en sus fondos expositivos. En la primera de las dos salas de las que consta podemos contemplar: una virgen en madera policromada del siglo XIII, sin duda la más antigua de las que existen en nuestra ciudad y que pudieron tener en su oratorio particular los fundadores; dos tablas de óleo sobre tabla con los retratos de los mismos datados a finales del s. XV, principios del s. XVI; una imagen en madera policromada de San Francisco Javier del s. XVII y un Niño Jesús de vestir en madera policromada del s. XVIII; seis cuadros, de óleo sobre lienzo, todos ellos anónimos y de los siglos XVII y XVIII, entre los que destacan “El Cristo de los Afligidos” y “Manifestación de la Santísima Trinidad a San Ignacio de Loyola”, éste último de escuela italiana; y distintos objetos encontrados durante las obras y otros de uso cotidiano del Hospital, de los que destaca un juego de mesa de los hospitalarios, de principios del s. XVII y una Cruz relicario en madera, nácar y marfil, realizada en Filipinas en el s. XVII.

La segunda de las salas, de menor dimensiones, está dedicada a exponer una parte del rico patrimonio archivístico que poseo el Hospital de Antezana. Allí, en sus paredes, están expuestos, entre otros importantes documentos, el testamento original, en pergamino de becerro, otorgado por don Luis de Antezana y doña Isabel de Guzmán, a favor de la fundación del Hospital de Nuestra Señora de la Misericordia; un codicilo de los mismos, modificando su testamento, para que los curas de Santa María no intervinieran en la revisión de cuentas ni en las visitas al Hospital; la Bula del Papa Sixto IV autorizando la fundación del Hospital, permitiendo enterramientos en el mismo y la construcción de una capilla, y concediendo Indulgencia Plenaria. En una urna central exponemos el libro con las ordenanzas de la Cofradía, una carta del Arzobispo Fonseca y, como contribución a la celebración del V Centenario, tres de las cinco cartas que se conservan en nuestro archivo, de Cisneros, alguna de ellas como arzobispo y otras ya como cardenal.

Ahora solo me queda animarles a visitarnos, a disfrutar de una agradable visita, convencido de que nos les defraudará, y a sentirse un miembro más de esta querida Institución alcalaína.

Bartolomé González Jiménez es vicepresidente de la Fundación Hospital de Antezana y ex alcalde de Alcalá de Henares.