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Una profesora del instituto Isidra de Guzmán, entre las 10 más innovadoras de España

La profesora de Secundaria del IES Isidra de Guzmán María Consuelo Marazuela Zapata es uno de los diez docentes más innovadores, según el Certamen D+I ‘Docente Innovador’, una iniciativa de la plataforma educativa ‘Proyecta’ impulsada por la Fundación Amancio Ortega y la Fundación Santiago Rey Fernández-Latorre. Desde su asignatura de religión, Marazuela implica a sus alumnos en proyectos de voluntariado y posibilita su contacto con estudiantes de centros extranjeros. Con este motivo, La Luna de Alcalá hemos hablado con ella para que nos cuente su propuesta y cómo ve una de las profesoras más innovadoras la educación en España. El 20 de mayo se sabrá si es la número 1, aunque su labor diaria en el Isidra ya ha tenido su premio.

– ¿Qué supone estar entre los 10 profesores más innovadores de España?

– Me siento muy agradecida de estar entre los 10 profesores más innovadores de España, junto a otros grandes profesionales de la educación. También un aliciente para seguir trabajando con ilusión en esta línea

– ¿Cómo ha logrado implicar a los alumnos en proyectos de voluntariado?

– En mis clases utilizo la metodología de Aprendizaje Servicio en el que se une el aprendizaje curricular con el compromiso social. El alumno tiene que identificar en su entorno próximo una situación con cuya mejora se compromete, desarrollando un proyecto solidario en el que pone en juego conocimientos, habilidades, actitudes y valores al tiempo que avanza en los conocimientos propios del currículo escolar. Se parte del convencimiento de que los jóvenes son ya ciudadanos  capaces de provocar cambios en su entorno y de mejorar su sociedad.

Se parte del convencimiento de que los jóvenes son ya ciudadanos  capaces de provocar cambios en su entorno y de mejorar su sociedad

– ¿Nos puede poner algunos ejemplos de estos proyectos?

– Uno de los proyectos más bonitos que tenemos es la Red de Aulas Solidarias, donde profesores y alumnos de religión trece centros de Educación Secundaria de la zona este de Madrid trabajamos  el voluntariado juvenil.

– ¿No choca ahora con la imagen que tienen nuestros estudiantes de pasotas?

– Nuestros adolescentes tienen inquietudes sociales y políticas (aunque ellos no identifican como política sus deseos y sus actuaciones), quieren mejorar su entorno, no degradar el medio ambiente, mejorar las relaciones humanas… Es una observación que ha sido confirmada por el Gabinete de Análisis Demoscópico en el Observatorio juvenil 2008. En un estudio sobre los jóvenes españoles entre los 26 a los 29 años se concluye que el 14,6% de los jóvenes participa actualmente con su trabajo o colaboración en alguna ONG, lo que equivale a 1.270.000 jóvenes del último padrón. Además, el 11,2% participó en el pasado y ya no lo hace y el 26,5% de los jóvenes se ha planteado alguna vez trabajar como voluntario. También nos dice que los jóvenes voluntarios citan como principales razones para su dedicación solidaria “sentirme bien y útil ayudando a los demás” (86,4%), “cambiar a mejor el mundo y esta sociedad” (81,2%) y “madurar personal y profesionalmente” (70,1%). El principal obstáculo que impide participar a los jóvenes en actividades de voluntariado es la falta de tiempo y un tercio de los que no realizan tareas de acción social esgrime como motivo que “nadie se lo ha propuesto” o “no saben cómo hacerlo”.  Es importante proponérselo. Es importante recoger esas inquietudes y proporcionarles una vía adecuada.

Es tarea de los profesores mostrarles el contexto actual de globalización y sus efectos negativos y de la necesidad de implicarse personalmente en temas tanimportantes como el cuidado medioambiental, la justicia social o la igualdad; les acompañamos en un proceso de formación y de concienciación a lo largo de los cursos.  En estos proyectos se les prepara un entorno de trabajo cooperativo dónde el diálogo, la reflexión y el pensamiento crítico se potencien y,  por último, se les impele a actuar; a veces la idea de acción social ha partido de ellos,  como profesora solo la relaboro,  le doy  forma y la posibilito, otras veces, soy yo como profesora la  que propone  un campo de actuación.

Un tercio de los que no realizan tareas de acción social esgrime como motivo que “nadie se lo ha propuesto” o “no saben cómo hacerlo”.  Es importante proponérselo

-¿Se produce una mejora en el rendimiento académico involucrándose en proyectos sociales?

– El objetivo de la educación no es tan solo el rendimiento académico sino formar ciudadanos solidarios, activos, comprometidos y críticos. Pero este tipo de aprendizaje también mejora el rendimiento académico porque aumenta la autoestima y resiliencia de los alumnos.
Trabajar por proyectos colaborativos potencia la adquisición de todas las competencias clave del currículo, en especial la competencia social y cívica y el sentido de la iniciativa y el espíritu emprendedor;  permite la adquisición de valores y actitudes prosociales y habilidades para la vida profesional y activa.

El objetivo de la educación no es tan solo el rendimiento académico sino formar ciudadanos solidarios, activos, comprometidos y críticos

– ¿Qué necesita la educación en España?

– Se confunde muchas veces educación con instrucción. Hay demasiados contenidos que se tienen que aprender en un tiempo limitado y todos por igual. Se necesita una visión integral de lo que es el ser humano. Se deben crear espacios educativos para formar a nuestros alumnos para que sean  capaces de afrontar retos del presente y del futuro, que confíen en sus propios talentos y capacidades. En palabras de Paulo Feire, «saber que enseñar no es transferir conocimiento, sino crear las posibilidades para su propia producción o construcción».

– ¿Se innova lo suficiente para sacar lo mejor de sí a los alumnos?

– En nuestro país existen grandes profesionales de la educación.

Racionalizar los deberes es importante para que el niño y el joven pueda disfrutar

– Y ahora que hay un debate sobre los deberes… ¿Usted está a favor o en contra?

– Los deberes son muchas veces necesarios para afianzar conocimientos, pero deberían estar muy  meditados y con objetivos claros, personalizados para las necesidades de cada alumno y guiados por el profesor. Creo que racionalizar los deberes es importante para que el niño y el joven pueda disfrutar de su familia, descansar, jugar, realizar actividades que le enriquezcan como deportes, voluntariado, actividades musicales o religiosas.