La malaria es una enfermedad muy complicada –debería saberse, después de estudiarla durante más de 30 años– pero las soluciones para evitarla y tratarla pueden ser tan sencillas como el abecedario. Si se siguen los principios básicos de prevención, se puede evitar gran cantidad de infecciones y mortalidad innecesarias.
1. Concienciación y prevención
Varios factores influyen en la probabilidad de contraer la malaria en un área en particular. Comprenderlos puede ayudarle a evitarla o al menos a minimizar el riesgo.
La primera pregunta que hay que hacerse es: ¿qué incidencia de malaria hay normalmente en la zona y en qué época? La respuesta dependerá de la altitud y el clima. En general, cuanto más bajo, cálido y húmedo sea el lugar, más adecuado será para los portadores de la malaria, los mosquitos Anopheles.
En el sur de África la mayor parte de la malaria es estacional. Aumenta durante los meses de verano, más cálidos y húmedos (de septiembre a mayo en el hemisferio sur). El riesgo en invierno es generalmente menor, pero eso no significa que esté ausente.
Una exposición más prolongada, que implique pernoctaciones, supone un mayor riesgo que las visitas breves, por ejemplo, las excursiones de un día a las reservas de caza. Caminar y acampar al aire libre es más arriesgado que hospedarse en alojamientos con aire acondicionado.
Algunas personas corren un mayor riesgo de contraer malaria grave y lo ideal es que eviten por completo las zonas de transmisión. Este grupo incluye mujeres embarazadas, bebés y niños pequeños, personas a quienes se les ha extirpado el bazo y personas con sistemas inmunológicos débiles.
2. Evitar las picaduras de mosquitos
Evitar las picaduras de mosquitos es la medida preventiva más importante. Esto se debe a que la picadura del mosquito es lo que transmite el parásito. Sin mordida no hay transmisión.
El contacto entre mosquitos y personas no es aleatorio. Los mosquitos buscan activamente a la gente. Tienen órganos sensoriales que detectan el calor de las personas, el dióxido de carbono exhalado y el sudor.
Hay varias maneras de evitar las picaduras. Conviene permanecer en interiores entre el atardecer y el amanecer y cubrir la piel desnuda cuando se está al aire libre por la noche (los mosquitos encuentran los tobillos especialmente atractivos).
También hay una serie de repelentes e insecticidas que pueden disuadir a los mosquitos. Los repelentes deben aplicarse en la piel desnuda, o puede impregnarse la ropa. Otras maneras de evitar ser picado incluyen quemar espirales antimosquitos, usar alfombras impregnadas de insecticida en las áreas donde se vive y se duerme por la noche, y usar mosquiteras tratadas con insecticida.
El uso de ventiladores de techo y aire acondicionado dificulta la actividad de los mosquitos en interiores, así como el asegurarse de que las ventanas están cerradas y en buenas condiciones. El hecho de que no oiga mosquitos zumbando no significa que esté a salvo: los mosquitos de la malaria vuelan en silencio.
3. Quimioprofilaxis
Debe consultar a los especialistas sanitarios con experiencia en medicina de viajes antes de viajar a una zona endémica de malaria. Durante esta consulta, puede decidir si necesita la quimioprofilaxis (medicamento para prevenir las infecciones) así como otras medidas de prevención personal.
La decisión tendrá en cuenta diversos factores. Entre ellos, el riesgo de contraer la malaria (la zona, el tipo de alojamiento, la época del año, y la duración de la visita); y factores personales, como la edad, la medicación en uso y las enfermedades padecidas, y el tipo de medicación, la disponibilidad y el precio, los efectos adversos y la resistencia.
Hay dos tipos de medicación profiláctica para la malaria, que actúan en diferentes etapas vitales del parásito una vez ha entrado en el cuerpo. Los productos de Atovacuona/Hidrocloruro de proguanil detienen la infección rápidamente, poco después de la picadura del mosquito. El segundo tipo (doxiciclina, mefloquina y también la atovacuona-proguanil) sirven para una etapa posterior de la infección, pero antes de que el parásito pueda multiplicarse lo suficiente como para causar síntomas.
Para cualquier medicación que su doctor le recomiende es importante que siga exactamente las indicaciones y llevar el tratamiento hasta el final.
Hay un mito nocivo que asegura que la quimioprofilaxis “oculta” los síntomas y hace que el diagnóstico de la enfermedad sea más difícil de determinar. Los medicamentos profilácticos son altamente efectivos si se toman adecuadamente. Sin embargo, la infección puede tardar más tiempo en manifestarse si el cumplimiento es incorrecto o si las dosis se omiten o se interrumpen prematuramente. Es importante entender que ningún tratamiento profiláctico es 100% efectivo, pero la infección es probable que sea más leve que si no se emplea profilaxis.
4. Detección
A veces las precauciones no pueden protegernos completamente. Es entonces cuando es preciso diagnosticar la malaria cuanto antes. Si presenta síntomas similares a los de la gripe, así como dolor de cabeza, fiebre, escalofríos, dolores musculares y articulares hasta tres meses después de regresar de una zona de malaria, asegúrese de comunicárselo a su médico.
Una única prueba negativa no descarta la malaria. Las pruebas deben ser repetidas hasta que se confirme la enfermedad o hasta que se haga un diagnóstico alternativo. Ocasionalmente, la malaria se transmite fuera de las zonas endémicas a través de mosquitos que han viajado en coche o taxi. Si carece de un historial de sus viajes que alerte a los médicos sobre la posibilidad de padecer malaria, el diagnóstico podría retrasarse, con consecuencias fatales. Una de las señales de la malaria es un nivel bajo de plaquetas. Esto a menudo se detecta accidentalmente cuando se realizan pruebas para detectar una enfermedad de fiebre sin causa obvia.
Para concluir
Hay una serie de pasos clave para asegurar una rápida recuperación: informar sobre la enfermedad en una fase temprana después de viajar a una zona afectada, realizar un diagnóstico inmediato y, por último, aplicar un tratamiento precoz y eficaz.
Si alguna de estas medidas se retrasa, las posibilidades de desarrollar una malaria grave y complicada son mucho mayores, y la tasa de supervivencia considerablemente menor.
Este artículo, publicado originalmente en The Conversation África, ha sido traducido con la colaboración de Casa África. Traducción: Carla De León y Daniela Magdaleno.
John Frean, Principal Pathologist, Centre for Emerging, Zoonotic and Parasitic Diseases, National Institute for Communicable Diseases and Wits Research Institute for Malaria, University of the Witwatersrand
Este artículo fue publicado originalmente en The Conversation. Lea el original.