En sus conclusiones la reciente cumbre de Davos ha alertado del reparto desigual de la recuperación mundial, pero lejos de sugerir actuaciones concretas, el foro propone un nuevo índice para medir el desarrollo económico de forma inclusiva. En esta España que ocupa el puesto 26 entre los 29 países desarrollados inclusivos, los madrileños/as nos preguntamos cómo se justifica ser la Comunidad más rica de España y a las vez una de las más desiguales entre las ciudades occidentales.
¿Qué piensan de los acuerdos de Davos aquellas trabajadoras madrileñas que cobran un 22 % de ingresos menos desempeñando el mismo trabajo que sus compañeros hombres? O miles de mujeres invisibles, olvidadas, que trabajan jornadas interminables siendo empleadas de hogar, sin ninguna cobertura. ¿Qué respuesta obtienen las familias a la espera de una plaza en el servicio público de atención temprana, que en la Comunidad de Madrid no es ni atención ni mucho menos temprana? Quienes esperan más de media hora de retraso para coger el Cercanías en Madrid, temiendo sufrir un accidente por la falta de mantenimiento. O los que simplemente no pueden usar el servicio público porque no está adaptado para personas con movilidad reducida o alguna discapacidad.
La organización Intermon Oxfam destaca en su último informe “Realidad o Ficción?” que la recuperación está perpetuando las desigualdades, puesto que las mejoras económicas alcanzan a los sectores con rentas más altas. El paro y la reforma laboral de 2012 han provocado una diminución de los salarios, especialmente de los trabajadores que partían de una situación laboral más complicada. El 58% de las personas en situación de vulnerabilidad laboral son mujeres, que ocupan la mayor parte de empleos a tiempo parcial y tienen vidas laborales más cortas.
Desde los partidos progresistas, en concreto los socialistas, llevamos tiempo denunciando “el problema de los trabajadores pobres”. Mientras los salarios no han recuperado los niveles previos a la crisis, las ganancias de las empresas lo hicieron hace ya dos años.
El Foro de Davos, consciente de los riesgos de una creciente desigualdad, alerta de que en los últimos cinco años el crecimiento no ha servido para reducir la pobreza ni aumentar los ingresos de los hogares. Pero su única receta es una nueva forma de medir el desarrollo económico. «Si no lo mides, no lo puedes arreglar», se justifican.
Estos datos suenan a milongas para los trabajadores pobres de Madrid o quienes están buscando un destino fuera de España, donde desarrollarse profesional o personalmente. El enojo de los ciudadanos, como votantes está asegurado. Davos es una reunión mundial en Suiza que parece más un foro de ostentación, defensivo y sin ideas. Refleja estrategias defensivas de su statu quo y mucha negación respecto a los verdaderos problemas que afectan a la sociedad.
Lejos de pensar en recibir fórmulas magistrales, a quienes estamos desempeñando la representación de los ciudadanos/as de Madrid nos corresponde marcar prioridades en el inicio de este periodo legislativo. Iniciamos desde el mes de febrero hasta junio de 2018 una etapa que supondrá una oportunidad para alcanzar consensos que permitan aprobar iniciativas legislativas, vinculantes con el gobierno. Iniciativas que obliguen al gobierno a paliar, en parte, esta rica pero desigualdad Comunidad de Madrid. Por ejemplo iniciativas en materia educativa inclusiva que eliminen la discriminación de los colectivos vulnerables (tal como lo exige la ILP registrada por una veintena de ayuntamientos). Iniciativas en materia Sanitaria para poner en marcha el necesario Plan Bucodental Público para niños/as. Iniciativa sanitaria que garantice que la dirección de los hospitales no dependa de criterios políticos/partidarios; sino por el contrario sean elegidos y supervisados con criterios profesionales. Iniciativas que garanticen la calidad y seguridad en el transporte público de Madrid. Iniciativas que apuesten por la autonomía personal tanto para mayores o personas con alguna discapacidad.
En definitiva se inicia en este periodo legislativo (febrero- junio) un tiempo para impulsar las últimas oportunidades de esta legislatura. Para lograr mejorar la vida de las personas y paliar las desigualdades. Tenemos la oportunidad de presentarnos ante los ciudadanos/as con los deberes hechos. Para ello se necesita dirección política fuerte, liderazgo, capacidad de acuerdo y voluntad. El PSOE lo tiene, y Madrid lo necesita.
Por Mónica Silvana González / Diputada por el PSOE en Asamblea de Madrid. Secretaria de Movimientos Sociales y Diversidad CEF. Militante socialista Alcalá de Henares.
