«De aquí se fue para siempre Toro Bravo». Así reza una inscripción en la puerta de su estudio de pintura junto a la Plaza de los Santos Niños. Ahora, vive retirado, pintando, pero sin recibir visitas
Su largo pelo blanco y su eterna barba blanca son eternos. Casi todos le conocen en Alcalá de Henares. Y no sólo porque se de cierto aire físico a Leonardo da Vinci, sino porque durante años ha pintado cientos de cuadros en su estudio de la Calle Escritorios, junto a la Plaza de los Santos Niños.
Si hoy te acercas a su estudio puedes ver la puerta cerrada a cal y canto y un breve escrito a rotulador que dice «De aquí se fue para siempre Toro Bravo».
Hablamos desde la distancia con Eva Toro, su hija, entre los hijos le ayudan con su Facebook. De momento, nos confiesa, «está en otra etapa de su vida, sigue con su disciplina horaria de pintar, pero ya desde casa y sin recibir a nadie». Prefiere la tranquilidad y no decir donde se encuentra en este momento.
Y es que, te guste o no su pintura, te gusten o no sus palabras, «Toro Bravo, el Pintor Rey», es un referente de Alcalá de Henares. Durante años ha pintado cuadros y le ha contando «sus viajes en el tiempo» a los que se han acercado a su estudio a conocerle a él y a su obra.
Pasará el tiempo y, como tantos otros alcalaínos ilustres de la historia, habrán pasado por Alcalá con reconocimiento social, pero sin que ninguna autoridad les reconozca, al menos, su relevancia con una placa o distinción. Al menos, desde su actual retiro, aún nos puede contar su legado artístico y personal.
Incluso en el propia puerta aparece escrito a día de hoy: «Cervantes, Cisneros y Toro Bravo», junto a dos candados que certifican su marcha.
Así es y será el pintor que dice haber viajado en el tiempo, el profeta que dice que es inmortal, el artista que no quiere vender cuadros… El pintor Rey. En el vídeo del periodista Alonso Trenado que recuperemos en La Luna de Alcalá, nos descubre desde Nawta a ‘Toro Bravo‘, uno de los artistas/personajes imprescindibles de Alcalá de Henares.