Cuando Montserrat se subió aquel 3 de agosto del año 2012 al helicóptero Super Puma, con el que solían trasladarse ella y su Equipo a los lugares que requerían su rescate, no imaginaba que estaría a punto de enfrentarse a la misión más peligrosa de su carrera, ni que después de aquello su labor alcanzaría la popularidad dando el salto a la gran pantalla.
Montserrat Martínez Roldán es Comandante Médico de las Fuerzas Armadas especializada en Cirugía Ortopédica y Traumatología. Estudió en la Universidad de Alcalá y en 2002 decidió convertirse en Médico Militar. Ha servido en Irak (2003), Haití (2005), Bosnia (2008) y Afganistán (2012), donde ha participado en diversas Misiones de Mantenimiento de la Paz del Ejército Español, pero la de aquel día fue sin duda una misión para recordar.
La Comandante Roldán cumplía servicio en la Base Militar de España en Herat (Afganistán). Esta vez, habría que rescatar a dos soldados norteamericanos heridos por un ataque con bomba a uno de los vehículos de su convoy. Sin embargo, un accidente durante el aterrizaje nocturno de su helicóptero provocó que éste volcara y que tuvieran que pasar la noche, hasta ser ellos mismos los rescatados, en medio de un valle de Bala Murghab vigilado por los talibanes.
Una historia que el director de cine Adolfo Martínez decidió convertir en película bajo el título Zona Hostil (2017), realizada con el asesoramiento de los protagonistas y que, desde La Luna de Alcalá, tomamos como una muestra de los muchos rescates de nuestro personaje, que han salvado vidas, entre soldados y civiles, en diferentes lugares de conflicto (foto superior noticia con Ariadna Gil).
Montserrat destaca de aquellas 16 angustiosas horas, en las que sufrieron dos ataques de insurgentes talibanes, hasta que consiguieron salir de allí no sólo con los heridos sino con el helicóptero accidentado, que se trata del momento más peligroso que ha vivido como militar, debido a que se encontraban “en medio de la nada” y “en una zona que no era segura”.
Aunque para ella no ha sido, por contra, el instante más difícil en su vida profesional. Como dice, el hecho de “poner cara” sobre la camilla a algunos de los pacientes que ha tenido que atender, por tratarse de compañeros e incluso de amigos, le ha resultado aún más duro.
La Comandante nos cuenta también acerca de su experiencia como militar, con motivo del Día Internacional de las Mujeres, que ha vivido en la igualdad y que lo hace con naturalidad. “Mi parche pone que soy Comandante, que mi apellido es Roldán y que soy A+. Estoy aquí por ser médico, no por ser hombre o mujer”, explica. “Cobro igual, tengo el mismo trabajo, las mismas guardias y las mismas misiones que un hombre”, nos indica.
Aunque apunta hacia el largo camino que aún queda por recorrer, debido a la enorme desigualdad existente entre hombres y mujeres, en algunos de los países a los que ha acudido. Tal vez por los “500 años” que separan a España del modo de vida de otras sociedades o porque “imponer nuestros estándares occidentales” de igualdad en determinadas culturas resulte “muy difícil”.
Como médico, otra visión profesional de la mujer en nuestra sociedad, Montserrat tampoco considera haber tenido un menor número de oportunidades. Si acaso, echa en falta una mayor ocupación femenina en los cargos de jefatura de servicios. Algo que únicamente “es cuestión de tiempo que llegue, dada la incorporación más tardía a determinados colectivos”, en su opinión.
Actualmente, continúa con su profesión en el Hospital Gómez Ulla, de Madrid, a la espera de subirse a otro helicóptero si es requerida para una nueva misión de las Fuerzas Armadas.