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¿Qué se puede hacer con los neumáticos quemados en Seseña?

En España el almacenamiento de neumáticos en vertederos es ilegal desde la publicación del Real Decreto 1619/2005, pero en el cementerio de neumáticos de Seseña ya han ardido unas 50.000 toneladas de ruedas que, una vez incineradas, ‘se convertirán en un problema añadido para las autoridades y para el medio ambiente’.

Así lo pone de manifiesto el profesor de Tecnologías Limpias de la Universidad de Alcalá, Pedro Letón, quien señala que «a no ser que se realice una inversión ingente para recuperar el acero, el destino final de la enorme masa de material quemado no parece muy halagüeño. De hecho, lo más probable es que los restos de este incendio acaben enterrados en un gran agujero».

Letón considera «incomprensible» que las administraciones públicas hayan permitido el almacenamiento ilegal de neumáticos en los últimos 10 años cuando, según estima, «hay alternativas al reciclado que debían haberse barajado para este caso tan particular».

Los neumáticos están hechos fundamentalmente de caucho, acero y otros elementos, como la fibra textil. Estos materiales son en todos los casos reciclables y pueden tener distintos usos, desde la reutilización como columpios hasta su uso como bordillos protectores para árboles y arbustos.

Asimismo, las ruedas se pueden trocear y sus elementos se convierten en un componente más para la elaboración de césped artificial y el acero se puede destinar a otros fines. Con un pequeño procesado se pueden usar como componente del asfalto o, incluso, convertirse en una suela de zapato… Es más, el neumático también se puede quemar de forma controlada y convertirse en una fuente de energía: «En una combustión a alta temperatura, el caucho se convierte en C02 y agua y por lo que puede utilizarse como combustible, como ocurre en la actualidad en las cementeras, donde se necesitan unas elevadas temperaturas de combustión, sin generar una contaminación mucho mayor que otro tipo de combustible», señala Letón.

No obstante, el profesor de la UAH cree que en España «no hay más allá de una veintena de empresas que se dediquen al reciclaje real de neumáticos». ¿Por qué, si se trata de material reciclable? La respuesta es que «los productos que se obtienen son de muy pequeño valor añadido, con escaso mercado y demanda a nivel nacional».

Según datos oficiales hay dos empresas que se encargan de la gestión de este residuo en España:  recogen los neumáticos en origen (talleres de repuestos, empresas de transporte…) y los distribuyen entre las empresas que se dedican a reciclarlos.

Letón considera que como ocurre con otros materiales reciclables, como el plástico, «los circuitos son opacos y solo se conoce lo que se hace con lo que se recoge por la vía oficial; el resto es un mundo desconocido».