Actualmente, el móvil y la tablet se han convertido en la nueva chupeta del siglo XXI y en pocas ocasiones se le da importancia al valor motivacional y adaptativo que el aburrimiento tiene para los niños. Ya que todas las emociones son importantes y tienen un propósito. Y por supuesto, el aburrimiento también lo tiene pues permite que el niño observe lo que ocurre a su alrededor, invente un juego, reflexione acerca de cualquier pensamiento, intente mantener una conversación y mejore sus habilidades sociales, su gestión y tolerancia a la frustración, desarrolle su conocimiento, creatividad, iniciativa y autonomía. Al fin y al cabo, nosotros somos los únicos responsables de nuestras emociones, si me aburro, yo soy el encargado de hacer lo posible para que mi aburrimiento desaparezca.
Es cierto que hay ocasiones en las que los niños pueden estar sometidos a muy pocos estímulos interesantes pero es, cuanto menos, una actitud irresponsable por parte de los adultos utilizar las nuevas tecnologías para evitar que el niño se aburra en todo momento y sin excepción. Parece que el entretenimiento del menor es algo que muchos padres creen que deben dar a sus hijos. No se trata de provocarles e inducirles al aburrimiento, sino de no sacarlos de él a las primeras de cambio.
Asimismo, si cada vez que el niño tenga que esperar, comer, dormir, guardar silencio o vestirse lo entretenemos con el móvil o la tablet estamos fomentando que cuando el niño tenga que hacer un pequeño esfuerzo, como pueda ser prestar atención o estar callado en clase, lo adecuado sea distraerse, porque es lo que se le ha estado enseñando constantemente y para los adultos siempre ha sido lo más sencillo.
Por otro lado, ningún estudio apoya la introducción de las nuevas tecnologías en la infancia; además se sospecha que las nuevas tecnologías han propiciado el aumento de problemas de visión en menores y la obesidad infantil. Concretamente, la Asociación Americana de Pediatría recomienda que los niños no utilicen tecnología digital hasta los 18-24 meses y la Clínica Mayo sugiere que ningún niño utilice dispositivos electrónicos como prevención del déficit de atención. Tristemente, cada vez más son los niños y adolescentes que sufren adicción a las nuevas tecnologías ¿cuántas horas a la semana utiliza tu hijo estos aparatos? Actualmente, el resultado suele ser aproximadamente 24, es decir, los menores los utilizan casi un día de la semana, algo para reflexionar seriamente.