Antigua fachada y reloj del Ayuntamiento de Alcalá a principios del Siglo XX.

Todos miramos al famoso reloj de la madrileña Puerta del Sol la noche del 31 de diciembre. Así damos la bienvenida al Año Nuevo. Pero en Alcalá, nos consta, también los hay que se han tomado las uvas frente al reloj del Ayuntamiento de la Plaza de Cervantes. Lo que no todo el mundo sabe, es que ese reloj no siempre estuvo ahí arriba. Mucho antes, ese edificio contó con una historia muy particular. Conocedor de ello es el escritor Vicente Fernández. Hoy acudimos a su sabiduría para que nos cuente la historia de ese Reloj en la Plaza de Cervantes en tal día como hoy. Son sus famosos

RELATOS COMPLUTENSES

“Los cuatro cambios de la fachada del Ayuntamiento y el surgimiento y remate de la Torre del Reloj ”

En la crónica de ayer hablaba sobre el origen del Colegio de Agonizantes y la instalación en él del Ayuntamiento, y hoy voy a hacerlo sobre como ha ido cambiando el aspecto de la fachada, hasta culminar con la torre del Reloj, que en el día de hoy esta de moda, por aquello de las doce campanadas que anuncian la llegada del Año Nuevo, pero que me imagino que le año próximo lo va a estar mucho mas.

Y porque digo esto, pues porque dada la evolución moderna de las Fiestas Navideñas, donde ya tenemos turrones desde octubre, Roscón de Reyes desde noviembre, semiReyes adelantados en muchos casos con la llegada de Santa Claus a cierto número de hogares, las Campanadas del Año Nuevo universitario en Salamanca a mediados de diciembre, y en la Puerta del Sol, las ante-precampanadas del día anterior a las 12, las precampanadas del día anterior a las 24h, y las precampanadas matinales del último mediodía, todo eso a nivel general, y si este año hemos estrenado esta mañana a las 12, con notable éxito de participación y de publico, la San Silvestre Complutense, pues no hay que ser muy avispado para pensar que el año que viene o al próximo, ya que se ha juntado mucha gente en la Plaza, pues se retrasara la carrera unos minutos, y a las doce del mediodía serán mas de uno, mas de dos, y mas de tres los que se coman allí las uvas, con doce horas de anticipación a modo de “ensayo general”, pues hay que ensayar, dada la dificultad del tema …, que no, al tiempo….

Fotografía del Ayuntamiento en 1870

Pero volvamos a la fachada del Ayuntamiento, ayer mostraba como era la antigua fachada del Colegio de Agonizantes, y como fue transformada en 1870 según un proyecto del arquitecto Cirilo Vara y Soria. Como se ve, la reforma dejó aceptable el edificio con un juego de colores, según parece entre el ladrillo a ambos lados y la piedra o una imitación de ella en el centro, destacando tan solo en el, y de una manera suave, el reloj con una única esfera.

Pero pasó algo mas de medio siglo y en 1924 tomó posesión de la plaza de Arquitecto Municipal José de Azpiroz, notable miembro de la llamada “Generación de 1925”, y le debió de faltar tiempo para entre otras cosas pensar en reformar la fachada de la Casa Consistorial, dándole un toque modernizador dentro de la llamada arquitectura “ecléctica”.

Para ello enlució toda la fachada con mortero, colocó las cuatro columnas en la portada, que por cierto le dieron mas porte, añadió sobre el balcón central el escudo de la ciudad en el espacio que antes ocupaba el reloj, y levanto una torre para el reloj, con tres esferas, aunque posiblemente tan solo se ocupo una, pues levanto poco la torre, y ese menor tamaño, aparte de no ir en consonancia con el volumen del edificio, no debía de permitir que se viesen bienlas esferas laterales que quedaban en parte tapadas con la balaustrada que colocó en lo alto de la cornisa.

Esta balaustrada tenía un doble fin, pues además de decorar al elevar la altura general de la fachada, sirve para tapar el tejado y en especial para disimular la mayor altura del tejado en la zona que fue la iglesia, elevación esta, que ahora tan solo es posible ver situándose al lado del Quiosco de la Música.

Pero como el mismo José de Azpiroz debió de darse cuenta de que la torre quedaba achaparrada, pasada ya la guerra, en 1946, se decidió elevarla a una altura proporcional, dotándole a su vez de un nuevo reloj de tres esferas de mas de un metro y medio de diámetro cada una, a la vez que el antiguo reloj fue vendido al Ayuntamiento de Meco.

El nuevo reloj fue construido en Roquetas (Tortosa), Provincia de Tarragona, por la empresa Facturas Blasco de Relojes Públicos, siendo inaugurado el 6 de agosto, día de los Santos Niños, de 1946. En principio se le dotó de una sirena eléctrica que “gritaba” durante un breve tiempo todos los días a las 12, pero el citado artefacto fue silenciado dos años después. Se dice, que las campanas que aún están en la torre para dar las campanadas, son las antiguas de la iglesia del Colegio de Agonizantes.

Con esto la fachada quedó terminada, a falta del toque de color rosado que se le dio hace pocos años, y la Plaza en conjunto concluida, en cuanto a su silueta se refiere, pues esa hermosa imagen que se ve desde el otro fondo de la Plaza, con seis torres y cúpulas emergiendo, que es la que mejor da una idea del perfil de torres que tenía nuestra ciudad en los siglos pasados, ese perfil que nos muestran los grabados, data en este caso tan solo de 1946…, aunque la sensación es de que tiene varios siglos de antigüedad.

En una imagen vemos la fachada del Colegio de Agonizantes tal como era en 1870; en la otra foto vemos la primera fachada del edifico ya como Ayuntamiento, en una foto tomada posiblemente en 1905; en la 3ª vemos la fachada ya con la segunda reforma en una postal de 1930; y en la 4ª vemos la reforma definitiva en una postal de 1955.

Falta por describir el interior del edificio, pero eso lo dejamos para el año que viene, y no precisamente para el día de Año Nuevo en que está crónica va a estar dedicada a un establecimiento que cumple medio siglo, que no son muchos los que lo alcanzan, pero eso …será mañana…

Todas las historias de Vicente Fernández pueden descubrirse en su Facebook personal.