Quince voluntarios habían preparado, durante un mes, un magnífico Pasaje del Terror, un «Castillo de los horrores», en el año en el que la actividad cumple una década en Quer (con la excepción únicamente de la pandemia) que luego ha sido ampliamente visitado por los seteros en la tarde-noche de Halloween.
Este año, en torno a quince voluntarios seteros, a los que hay que sumar a los miembros del equipo de gobierno, apoyados por el Ayuntamiento, han convertido el local social de la Plaza Mayor en un original, pero fantasmagórico «Castillo de los horrores», en el que no faltaba ni una sola de las diferentes dependencias, o personajes terroríficos.
Para ello, ha sido necesario un gran trabajo previo, tanto de decoración como de preparación de las diferentes actuaciones que luego más de 200 personas han podido disfrutar en su visita. Ha sido necesario un mes de trabajo para que el lugar estuviera a la altura, e incluso mejorara las actuaciones y escenografías de los años anteriores. De hecho en 2023 se cumplía una década del pasaje del horror, con la única excepción del año de la pandemia.
Como en cada ocasión anterior, los seteros configuraron grupos reducidos, al tiempo que en la misma entrada, se recomendaba a los asistentes pasar sólo si eran mayores de 12 años. Los grupos recibían instrucciones precisas de qué debían hacer y cómo iba a ser el recorrido, lógicamente sin desvelar las grandes sorpresas del recorrido.
Una vez que los seteros pasaban las puertas del castillo, se encontraban con un bosque, un cementerio y llegaban a una capilla, con acceso a la Bilbioteca. Allí, el bufón les abría un pasadizo secreto, con dos caminos a seguir: hacia un laberinto o hacia unas escaleras. Este año, la gran dificultad técnica del Pasaje ha sido la construcción de un montacargas, con el que se bajaba a las mazmorras, antes de encontrar la salida.
En su viaje por el castillo, les asaltaban muertos vivientes, un cura y monjas satánicas, el rey y la reina del lugar, el bufon de la corte, y la hechicera. Todos hicieron a la perfección su papel, sacando una sonrisa del susto y del miedo.
«Damos las gracias, en primer lugar, al pueblo de Quer, por acudir masivamente a las actividades que hemos preparado, un año más, contando más con el entusiasmo de los voluntarios que con un gran prespuesto; y por supuesto, agradecemos también el trabajo de todas estas personas, que han hecho todo lo que estaba en sus manos para preparar una actividad interesante, divertida, y a la altura de la trayectoria de una década que ya tiene», señala José Miguel Benítez, alcalde de Quer.
