Por Óscar Sáez / @oscarsaez
El futuro del vertedero de Alcalá tiene una fecha finita: la primavera de 2019. El quinto vaso de estos terrenos, donde los municipios de la zona Este de la Comunidad de Madrid depositan toneladas de basura al aire libre sin ningún tipo de tratamiento desde hace tres décadas, está a punto de rebosar. Pero la colmatación de este vertedero se producirá antes de que está construida la nueva planta en Loeches, prevista para 2020.
Por este motivo ha sido necesaria la búsqueda de una alternativa para el periodo entre el cierre del vertedero de Alcalá y la apertura de “este gran complejo medioambiental en Loeches”, cuyas obras ya han comenzado. Y tras descartar otras ubicaciones, la opción elegida es Valdemingómez, aunque el Ayuntamiento de Madrid se está mostrando reticente a aceptar esta propuesta y ni siquiera ha dado respuesta a las solicitudes realizadas desde la Mancomunidad del Este.
Ante este silencio administrativo, el alcalde de Alcalá y presidente de la Mancomunidad del Este, Javier Rodríguez, solicitó la mediación del Gobierno autonómico, según informó el consejero de Medio Ambiente de la Comunidad de Madrid, Carlos Izquierdo, durante la rueda de prensa posterior al Consejo de Gobierno. “Apelo a lo que habla la alcaldesa Manuela Carmena, que es la solidaridad entre municipios. Es importante que en problemas de este tipo seamos solidarios y más cuando es posible que Madrid precise en un futuro de instalaciones para el tema de los residuos”, explicó Izquierdo. “Carmena siempre habla de la ciudad del abrazo, por eso le pedimos que abrace a todos los municipios de la Mancomunidad del Este en este asunto”, abundó.
Carmena durante la firma de un acuerdo de colaboración con las Ciudades Patrimonio de la Humanidad
¿Por qué Valdemingómez?
El consejero de Medio Ambiente explicó que Valdemingómez es la solución idónea para este problema. “Es un vertedero viable y con capacidad más que suficiente, es el más cercano y por tanto el transporte de los residuos provoca una huella de carbono menor”, afirmó el ‘ministro’ autonómico, que añade una cuarta razón: el coste. “Es el menor de todas las opciones y, además, es neutro. Si la Mancomunidad lleva ‘x’ toneladas a Valdemingómez, podrá recibir las mismas que hayan depositado cuando esté construido el complejo de Loeches”, añadió Izquierdo, que lamentó que desde el Ayuntamiento de la capital no hayan devuelto las llamadas. “Pero ayer la propia alcaldesa apelaba a colaborar entre todas las administraciones. Estoy seguro que hablará con el alcalde de Alcalá y presidente de la Mancomunidad para buscar una solución”, indicó.
El consejero también informó de que actualmente ya hay un municipio de la Mancomunidad del Este -Rivas-Vaciamadrid–, que lleva allí sus residuos. «Los municipios de la Mancomunidad ofrecen pagar la misma cantidad que abona Rivas. Espero y deseo que no por ser de diferente cuerda política no se les tenga en cuenta. Lo importante no es a qué gobierno pertenece sino resolver los problemas y dar una respuesta eficaz», concluyó Izquierdo.
De momento, la llamada del ‘abrazo’ de Carmena no se ha producido.
