Por Saúl Quijada
Hace unas semanas, el joven músico uruguayo vino a nuestra ciudad para charlar con la Luna de Alcalá e interpretar dos canciones en acústico de su último disco desde una habitación del Hostel Complutum.
Hace diez años, seguramente, Lucas Colman se encontraría en casa de un amigo tocando la guitarra para aprenderse las canciones de algunos de sus referentes como Los Rodríguez, Extremoduro, Pereza o La Fuga. Tras acumular bandas y proyectar su futuro sobre la letra de alguna canción, el artista uruguayo ha decidido iniciar su proyecto en solitario que, hasta el momento, cuenta con un primer hijo; el disco titulado Lucas Colman. Doce letras que, gracias a los distintos arreglos musicales, nos hacen bailar como en el caso de W.L., agarrarnos a la nostalgia, Cenizas de un incendio provocado, o rememorar la pasión, la magia y la dosis de locura del primer amor como escuchamos en Con el lado frío.
Lucas entiende la música como un oficio, sin horario, en el que el trabajo diario y el compromiso con la canción para contar historias que lleguen a la gente se antojan vitales para crear un nombre y que la gente te escuche. Algo bien estará haciendo cuando Rulo, uno de los fundadores de La Fuga, ha decidido compartir estudio de grabación con el uruguayo para colaborar en Trayectorias, uno de los temas más redondos del disco. Un sueño nunca soñado.
Aprovechando su visita a nuestra ciudad decidimos llevarle a una de las habitaciones con mejores vistas del Hostel Complutum, situado en la Plaza de San Diego, para que nos regalase dos canciones en acústico.
