Reflexiono en estas primeras semanas de año (sin darme cuenta ya hemos dejado atrás el primer mes y llevamos ya encaminado el segundo) y me doy cuenta de que, a pesar de la complejidad de la vida que nos rodea, el arte, como la naturaleza o como el agua de un río, siempre encuentra un lugar donde brotar y encontrar su propio camino. Creo que en nuestra ciudad las manifestaciones artísticas han crecido enormemente en los últimos años. Muestra de ello son tanto el número de autores que se están dando a conocer de nuestra región como la calidad de las obras que están saliendo al mercado. A todo esto colaboran tanto los propios autores como autoridades, editores, espacios como bares, cafeterías, librerías y, tal vez lo más necesario, los lectores, personas que utilizan su tiempo libre para abrir las páginas del libro de un autor novel, asistir a una presentación o acudir a un recital poético para escuchar a poetas a los que, en muchos casos, a penas si conocen.
Dejo a un lado mis divagaciones y retomo ahora mi tema habitual para hablar de la literatura que bulle en Alcalá. Poco a poco el panorama artístico va creciendo, llenándose de nuevos nombres, y vamos viendo obras de gran interés escritas por rostros de nuestra zona, Corredor del Henares y Guadalajara.
Comenzaré primero dedicando algunas líneas a la literatura infantil, para hablar en este caso de El brujo pirujo. Un lugar para dormir, una obra para niños escrita por Mari Carmen González (licenciada en psicología y actualmente profesora en un colegio público alcalaíno) e ilustrada por la varias veces premiada ilustradora Silvia Álvarez. Este cuidado libro fue publicado por la editorial valenciana Batidora Ediciones en la segunda mitad del pasado año. Un libro lleno de magia y fantasía que hará las delicias de los más pequeños y que bien merece un hueco en nuestras estanterías. Una obra de esas que divierten y entretienen, al tiempo que hace crecer la semilla de la lectura y el amor por la literatura en los más jóvenes de la casa.
En los últimos meses, la poesía ha llegado potente de manos de Inventa Editores. Además de un segundo volumen de Discípulas de Gea, obra colaborativa escrita por varias autoras y que aúna poesía, relatos, fotografía, ilustración y collage; y de las reediciones de obras como Mecánica de la acción interna, método de la actriz y coach de actores Raquel Pérez y escrita por el alcalaíno Alonso Trenado, o Trilogía del desorden, de los también complutenses María Martín, Rosa Funes e Iván Romero, llegaron también las intensas propuestas poéticas de Pilar Cámara, Un nido en las clavículas, o el poemario en solitario del autor Iván Romero, Música Terrible, obras a las que dediqué también algunas líneas en el pasado en este humilde rincón que me ofrece el generoso equipo de La Luna de Alcalá.
A todas ellas se ha unido en enero la llegada de la obra del joven poeta alcarreño Fran Vicente, y que lleva por nombre Coordenadas. Una obra potente de una voz auténtica con mucho futuro (no en vano fue uno de los galardonados en el XXXVIII Certamen Poético Internacional Don Francisco de Quevedo 2018), y que trata con una calidad y madurez innata sobre sentimientos profundos del ser humano que se van desarrollando a medida que avanza la vida.
Cambiando de tercio, si bien la poesía ha dominado las últimas publicaciones de Inventa, el próximo sábado 23 de febrero se presentará en La Posada de Hojalata la ópera prima de Nuria Cubas, Los caminos de Hécate. La autora, que ya había visto publicados algunos relatos en varias obras colaborativas, nos presenta en este libro un conjunto de relatos breves narrados en primera persona y escritos de manera original, casi a modo experimental o ensayístico, en los que la protagonista muestra sus experiencias vitales a través de distintas salidas y expediciones como un particular viaje iniciático. Con un estilo poético y depuradísimo (sin querer menospreciar a nadie creo que es de los mejores estilos narrativos que he disfrutado en mucho tiempo), da como resultado una obra increíble, original y repleta de talento, algo que a los que os guste la buena literatura no os podéis perder. Os aconsejo que paséis el día 23 a conocerla y, más aún, que os dejéis atrapar por sus páginas porque sin duda no os arrepentiréis.
El tiempo avanza y el arte sigue su inquebrantable marcha. Como suele ser costumbre, os recomiendo dejar por un rato los caminos más transitados y recorrer senderos desconocidos que consigan despertar en vosotros nuevas experiencias literarias. Abandonad los centros comerciales y traspasad las puertas de las librerías porque tras ellas se encuentra un todo un mundo por descubrir.
