Por José Luis Cuesta (*)
El domingo 20 de diciembre de 2015, como tantas otras veces, volví a estar como apoderado de mí partido, en un colegio electoral de Alcalá de Henares, para aportar mi granito de arena a nuestra aún joven democracia.
Eran las ocho de la mañana y empecé a saludar en la puerta del colegio a viejos conocidos de otros partidos y también a personas que iban a realizar labores similares por primera vez.
Constituidas las mesas empezó la votación, y todas las personas de los distintos partidos que merodeábamos por las distintas salas del colegio electoral, nos afanamos en ayudar a cuántos ciudadanos nos requerían para ayudarles y facilitarles la votación. Decir que en este colegio todo transcurrió con normalidad y armonía, ayudándonos incluso entre nosotros.
También durante el día tuvimos muchas ocasiones de hablar entre nosotros de política, y creo poder decir sinceramente, que los resultados finales (a nivel estatal, que era lo importante) no han diferido mucho de los comentarios que nos hicimos y que trato de resumir en este breve artículo.
Era generalizado el sentir de que en España hay que hacer cambios para conseguir una sociedad con menos paro, con menos corrupción, con menos fraude, con políticos honestos y eficientes, con una sanidad para todos, con una mejor educación pública, con una mayor igualdad, sin violencia de género, con un medioambiente sostenible, en definitiva, con una sociedad del siglo XXI. Todos coincidíamos en que hay cosas que mejorar o cambiar.
Hoy 21D nos encontramos con lo decidido por la ciudadanía (que somos a los que se nos tiene realmente que escuchar) que llevan a las siguientes preguntas:
– ¿Debe ser presidente del Gobierno, alguien que pierde un tercio de sus diputados?
– ¿Debe ser presidente de Gobierno alguien que ha cosechado el peor resultado electoral para su partido?
El cambio deseado es una coalición PSOE+PODEMOS+CIUDADANOS, tras las oportunas negociaciones
– ¿Debe ser presidente de Gobierno alguien con 39 diputados, más los que recoge en la periferia (otros 20 escaños) sin ninguna experiencia en gobierno?
– ¿Debe ser presidente de Gobierno alguien con 40 diputados y también sin ninguna experiencia en gobierno?
Si las respuestas a estas preguntas fuese negativa, nos veríamos abocados a unas nuevas elecciones, que en mi opinión nada arreglarían, como ya ha sucedido en Cataluña. Por tanto dispongámonos a vivir unos días de dialogo entre partidos que estoy seguro darán su fruto, que no es otro que encontrar el camino hacia el deseado cambio.
Por lo hablado durante la jornada de ayer con mis colegas apoderados e interventores de otros partidos, el cambio deseado es una coalición PSOE+PODEMOS+CIUDADANOS, tras las oportunas negociaciones. No sé si los respectivos popes de estos partidos pensarán igual, pero esto es lo que en un colegio electoral de Alcalá de Henares se opinaba, y así lo expreso aquí.
(*) José Luis Cuesta. Pequeño empresario
