Por Inmaculada Bravo (*)
Son muchos los beneficios de la risa. Cuando reímos a carcajadas, esas veces que uno se ríe con ganas, que cuando terminas te duele todo el cuerpo, de todos los músculos que has puesto en funcionamiento, que te quedas como nuevo de lo relajado que estas, pues además de eso, nuestro cerebro libera unos neurotransmisores llamados endorfinas que lo que hacen entre muchas otras cosas, es modular el dolor. Por eso cuando estamos con el ánimo un poco bajo, reír nos hace estar un poquito mejor y ver las cosas de otra forma.
Estas endorfinas también se forman cuando el cuerpo siente placer. Hacer cosas que nos gustan, que nos llenan, como pasear, oír música, pasar un rato con los amigos. Pues ese bienestar también nos lo da la risa.
A través de la producción de las endorfinas disminuyen los niveles de cortisol, hormona conocida como la hormona del estrés. La risa limpia y ventila nuestros pulmones. Regulariza el pulso cardiaco y además mejora la oxigenación del cerebro y del cuerpo.
La risa es una fuente de beneficios que deberíamos tener más en cuenta en el día a día de nuestra vida. Me gusta oír la risa de las personas, me hace sentir bien. Me gusta hacer reír a la gente, me llena de satisfacción. Reírnos de nosotros mismos es una virtud. Los usuarios que han realizado el taller de risoterapia han coincidido casi todos en que ahora en la etapa en la que se encuentran de la vida, no ríen como lo hacían antes. Busquemos mantener la risa que nos ha acompañado a lo largo de la vida, busquemos momentos en los que reír y hacer partícipe al compañero de al lado de esa situación graciosa, hagamos reír con nuestros gestos, anécdotas y vivencias.
(*) Inmanculada Bravo es neurologopeda de Vitalia Alcalá de Henares
